sábado, 19 de enero de 2013


Palabras que viajan


Hay un sonido que acompaña esta historia y son las voces que la cuentan. Es el sonido del musgo que se extiende desde la tierra a las raíces, y desde las raíces al tronco, formando un manto uniforme que va cubriendo el bosque de terciopelo.

 Se escucha entre el silencio de la naturaleza un susurro de seres invisibles que pueblan este maravilloso mundo encantado.

 Aquí vive un viejo árbol, que va arrastrando sus raíces titiriteras enroscándose en formas humanas y animales. Ahí la figura de de un zorro, ahí la de un elefante… Y así va cambiando de aspecto, ¡quizá cuando le parece! 
Corrían, saltaban, jugaban hasta que uno de ellos se aproximó al tronco del viejo árbol y por alguna extraña necesidad lo abrazó con todas sus fuerzas. En ese preciso instante se abrió ante ellos la puerta de las letras, de la sabiduría y el conocimiento. 

  Aquellos niños que se habían adentrado en el corazón de las letras aprendieron a utilizar y combinar las palabras de forma respetuosa.

 Habían descubierto el secreto y el origen de los libros. Palabras que viajan como bellas aves a través del sonido y del tiempo depositándose en todo aquel que las acoge… 

Cuando alguien se pierde, y por casualidad aparece en aquel animado lugar el viejo árbol despierta y comienza a contar bellas historias. 

Un hermoso día de primavera un grupo de niños experimentaron posiblemente el acontecimiento más mágico de sus vidas. Ellos por algún motivo fueron los elegidos. 

Un estrecho túnel hacía de puente entre esos dos mundos. Ante los ojos atónitos de los niños aparece un mundo construido a base de letras de todas formas y colores. Habían llegado al corazón del viejo roble, allí donde se fabrican las letras, las palabras, las frases, los poemas… 

Como en el mejor acto de bienvenida nos recibe la letra A, que para eso es la primera del abecedario. También se presentan la letra B Que come mucho, mucho y por eso tiene doble barriguita. A la letra C la llaman la media luna, ¿ por qué será?.La letra D está embarazada y va a tener un bebé, pero no sabemos cuando. Y así una a una se fueron presentando todas, incluso la Z que es la última del abecedario a la que todos temen porque tiene forma de rayo de tormenta de verano. 

Para celebrar la llegada de los niños las letras decidieron mezclarse haciendo palabras alocadas formando círculos, cuadrados…La letra J se juntó con la letra A y así no paraban de reír y reír contagiando la risa a los niños JA, JA, JA… 

Las vocales que como ya sabéis son cinco a,e,i,o,u decidieron presentarse también a su manera. La vocal i siempre estaba perdiendo su puntito, se lo colocaba y al momento lo perdía. Lo peor eran los días de mucho viento entonces tenía que sujetárselo con pegamento. A veces su amiga la vocal a que es muy traviesa y tiene mucha imaginación se lo quitaba cuando dormía y jugaban a encontrarlo. 

La vocal u no tenía otra ocurrencia que juntarse con la letra H y pasarsen el día asustando a las demás ¡ UH ! se escondieron debajo de los asientos de los niños y se vistieron con una túnica blanca propia de un temeroso fantasma y así saltaron del susto, aunque al final acabaron riéndose todos. 

La vocal o estaba un poco enfadada porque a veces la confundían con el número 0 y como habéis podido comprobar no somos iguales. 

La vocal E dice que ella es dos letras a la vez si se quita un rabito es la letra F. 

Al fin llegó la noche y junto a ella el cansancio hizo 

que cayeran dormidos sobre un verde césped 

poblado de bellas letras meciendo sus ligeros 

cuerpos...


Escrito por Maria José Gómez Elorriaga e ilustrado por su

 hija de nueve años Ainhoa Giménez.

martes, 15 de enero de 2013